miércoles, 22 de enero de 2014

Día 93.

Dicen que el dinero no da la felicidad, yo no sé si es verdad porque básicamente no tengo dinero. 

Me explico: no soy pobre, mis padres tienen trabajo y yo por ahora me puedo mantener estudiando sin trabajar. Es más, vivo en Noruega (un país extremadamente caro). 

En mi casa somos de clase media (media-baja ahora mismo), mis padres tienen un negocio al que cuidan desde hace 15 años. Por desgracia la crisis ha afectado un montón a este sector así que estamos... pues, con el agua al cuello. Vuelvo a repetir que no somos pobres: pagamos las facturas y tenemos para vivir y para mantenerme a mí en Noruega. Pero para nada más. Parece egoísta quejarse de esto cuando hay tantísima gente que no tiene que llevarse a la boca. Ya lo se. Simplemente me río de la frase de que el dinero no da la felicidad, evidentemente restregarme un billete de 500 por la espalda no me va a hacer estar mejor, pero lo que significan esos 500 euros sí. 

Vuelvo a repetir que esto sonará egoísta dada la situación de mucha gente, pero si yo hubiera venido de Erasmus antes de toda esta basura estaría disfrutando mucho más. Podría aprender más, viajar más, más de todo... Ver pasar todas las oportunidades y no poder coger casi ninguna me está matando lentamente, y ¿qué es lo peor?

Lo peor de todo es que tengo los mejores padres que puedo tener. Lo están dando todo, haciendo sacrificios y apostando por mí y porque me tengo que formar en este país. A veces tengo la sensación de que no se lo agradezco lo suficiente, pero no sé que hacer. Simplemente estudio y saco las mejores notas que puedo porque es mi única manera de pagarles todo lo que hacen cada día.

No sabéis la sensación tan mala que me viene cuando necesito más dinero y tengo que llamar para que me ingresen más en mi cuenta. Es como si lo que ellos me dieran no fuera nunca suficiente. La cuestión es que moralmente es más que suficiente, se están quitando de tantas cosas para favorecerme a mí que ni en toda mi vida podré agradecérselo... 

Por eso lo que hago una media de 8 veces al día es comprobar mi cuenta por internet, a ver si esa maldita beca llega ya de una vez, solamente por respirar mejor. Porque a mí ese dinero SI QUE ME VA A DAR FELICIDAD. La felicidad de no agobiar a mis padres, de poder ir al supermercado y que si me apetece un filete de cerdo poderlo comprar sin remordimientos, que si necesito un libro para clase no tener que aguantar malestar todo el día por tener que pedir más dinero a mis padres o que si quiero salir de fiesta poder beber una cerveza.

Evidentemente la base de mi felicidad no es el dinero. Simplemente creo que es algo que cuando falta resta felicidad. 

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Necesitaba soltar todo esto.

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Ahora de vuelta a la vida sana.

Hoy he ido al gimnasio y poco a poco voy retomando la forma física que había perdido en estos dos meses. Eso sí, tengo unas agujetas de campeonato. 


Mi menú:

Desayuno: kiwi + café + dos tostadas con aceite

Media mañana: mandarina

Comida: salmón al horno + verduras a la plancha (cebolla, pimiento y champiñones)

Media tarde: dos mandarinas y un yogur natural

Cena:  crema de calabacín y albóndigas

Agua: un litro y medio (por ahora, son las 17.50)

Ejercicio:  60 minutos de cinta, 20 corriendo


Un besazo.
M.W