La falda de Matilda: Mi evolución

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Matilda.

Yo no soy gorda, solamente lo estoy. Me gusta pensar que es algo por lo que estoy pasando, que es algo que me está ayudando a mejorar en otros aspectos de mi vida. Siento como si fuera yo pero con un abrigo encima que pesa 20 kilos. Pero ya ha llegado el momento de colgar el abrigo y ser solamente yo.

Para mí, adelgazar no es una cuestión de ponerse a dieta. Está siendo una cuestión de madurar, de establecer prioridades y objetivos. De saber que las cosas que quieres no aparecen porque sí. Esta siendo una cuestión de luchar. A veces tengo que luchar contra mí misma y otras veces contra las situaciones que se me plantean. Pero siempre luchando.

No vale tirar la toalla. Vale apoyarla un momento y volver a colgártela al cuello para seguir corriendo y avanzando. Porque todo el mundo tiene días malos, pero son eso... DÍAS. Porque no se puede ser feliz todo el tiempo, no todo puede salir bien a la primera. Ni a la segunda. Es darse oportunidades a uno mismo y solamente intentar hacerlo un poco mejor que antes. Aunque sea un poco. Entonces habrás triunfado.

Por eso ser feliz y hacer frente a la vida con una sonrisa es mucho mejor. Aunque haya cosas que vayan mal y aunque a veces nos merezcamos que vayan mejor, poner mala cara no hará mas que empeorar todo. No solo para perder kilos, grasa, centímetros... sino en la vida en general. Todo tiene más luz si sonríes.

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